La llegada de un bebé transforma por completo tus prioridades y tu ritmo de vida, pero en ese proceso de adaptación es fundamental que no descuides tu propia salud. Tras el embarazo y el alumbramiento, el cuerpo inicia una etapa de recuperación en la que el suelo pélvico suele ser el gran olvidado. ¡Y no queremos que así sea! En The Women’s Clinic, nuestra unidad de fisioterapia especializada en suelo pélvico en Santiago y Ordes te puede ayudar en el caso de que detectes alguna de estas tres señales de debilitamiento.
1. Escapes de orina y urgencia miccional
Una de las pistas más claras de que tu suelo pélvico ha perdido tono es la aparición de pérdidas de orina, incluso si son solo "unas gotas". Es posible que notes estos escapes al estornudar, reír con ganas, correr o simplemente al levantar a tu bebé en brazos. Se trata de una incontinencia de esfuerzo, que nos indica que los músculos no son capaces de sostener la uretra ante un aumento de presión.
Del mismo modo, la necesidad repentina e imperiosa de correr al baño o la sensación constante de no haber vaciado la vejiga por completo son síntomas frecuentes de disfunción tras el parto. Estos signos revelan que el control del sistema urinario se ha visto alterado por la sobrecarga sufrida durante los meses de gestación.
2. Pesadez vaginal o sensación de bulto
Si al final del día o tras pasar mucho tiempo de pie percibes una presión incómoda hacia abajo, pídenos una cita. Muchas pacientes describen una sensación de pesadez en la vagina o incluso notan "algo que asoma" en la entrada vaginal al realizar un esfuerzo.
Este síntoma puede ser el aviso de un inicio de prolapso, que es el descenso de órganos como la vejiga, el útero o el recto. Detectar esta señal a tiempo es crucial para evitar que el problema progrese y para diseñar un plan de ejercicios específicos en nuestra unidad de fisioterapia especializada en suelo pélvico en Santiago y Ordes.
3. Alteraciones en la función sexual e intestinal
La debilidad muscular también se manifiesta en ámbitos que a veces nos cuesta compartir en consulta. La distensión de los tejidos puede provocar que las relaciones sexuales resulten dolorosas o que exista una menor sensibilidad. Recuperar la fuerza del suelo pélvico es fundamental a la hora de volver a disfrutar plenamente de tu salud sexual.
Por otro lado, el control intestinal también depende de este conjunto de músculos. Perder gases de forma involuntaria, sufrir un estreñimiento persistente o tener que realizar un esfuerzo excesivo para ir al baño son indicadores directos de que el suelo pélvico está sobrecargado.
Pide cita con las especialistas de The Women’s Clinic
En The Women’s Clinic insistimos en que ser madre no significa tener que convivir con estas molestias en la zona del suelo pélvico. Así que no lo pienses más y deja que hagamos una valoración personalizada para ayudarte a mejorar drásticamente tu calidad de vida. ¡Pídenos una cita desde aquí!